Todo lo que puedes saber sobre las drogas más populares

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Un fuerte rastro que ha dejado pandemia es la proliferación de fiestas clandestinas y el uso aparentemente recreativo de drogas. Buscan aumentar las experiencias, sensaciones e incluso huir del estrés de la situación actual. Estas prácticas de alto riesgo, pueden incluir las drogas más popularizadas y comerciadas a lo largo de todo el mundo, como la cocaína y el éxtasis, con nuevas sustancias experimentales que se están abriendo paso en el mercado, como la mefedrona o el GHB. Cada sustancia tiene una forma de uso, un efecto, un modo de consumo y una consecuencia diferente.

Para esnifar:

Cada una tiene un nivel de adicción diferente, y también un efecto alternativo. La más suave es el Popper, originalmente creado con el objetivo de limpiar cuero. Un líquido presentado en pequeños frascos que produce un subidón inmediato, de corto efecto. El peligro de esta droga, aunque cuesta generar una adicción hacia ella, es asociarla con alguna práctica determinada y convertirla en un indispensable. El Popper suele usarse en festivales y encuentros sexuales, sobre todo entre homosexuales, por su poder dilatador que mejora las relaciones anales.

Podría agruparse el Speed y la Cocaína como drogas que activan a los usuarios. Los ayudan a mantenerse enérgicos y aumentan sus niveles de energías al esnifar estos polvos blancos. Su uso se relaciona con fiestas y es consumida por personas que buscan eliminar el cansancio. El caso contrario sería el de la ketamina, una droga peligrosa por su composición original, se trata de un sedante para caballos. Produce un estado alucinógeno en sus consumidores, genera grandes estados de relajación, aunque su uso excesivo, puede derivar en una crisis psicótica por alteraciones del sistema nervioso.

Para tomar:

El LSD y el Éxtasis puede encontrarse en presentación de pastillas, incluso hay presentaciones llamativas con distintas formas y colores, que en la mayoría de los casos se usan para definir su calidad o potencia. Son drogas que se ingieren y tardan algunos minutos en hacer efecto, en cuanto lo hacen, pueden llegar a producir alucinaciones en las personas, euforia, incremento de la sensibilidad y un aparente shoot de energía, que también puede llevar a la paranoia.

La GHB, una droga menos popularizada que está causando grandes problemas en la actualidad. Es un líquido que se agrega con cuentagotas en las bebidas y relaja muchísimo a quien lo consume, en esa relajación deriva el problema, el uso prolongado de esta sustancia o su combinación con el alcohol puede llegar a provocar un paro por la disminución de la frecuencia cardíaca que genera. El otro problema que presenta es que es incolora e inodora, aunque su sabor es amargo, puede disimularse con algunas bebidas y por tanto ha llegado a utilizarse en violaciones.

Fumando:

Aunque el tabaco siempre ha sido considerado como una droga, por el nivel de adicción que produce en los usuarios, a esta sustancia se le pueden sumar otros compuestos como la marihuana, volviéndolo más peligroso todavía. Hay quien pone cualquiera otra de las drogas que se presentan en polvo, como la cocaína o la mefedrona, alrededor del cigarrillo y crea un “nevadito” que triplica el colocón, aunque entre menos en el sistema y tarde más en surtir efecto.

Otra cosa que es altamente adictiva es la tina o metanfetamina, una roca blanca pequeña que se quema en una pipa y se aspira el humo blanco que produce. Tiene un efecto activador, aumenta las sensaciones corporales y puede incrementar el líbido de las personas, es altamente adictiva.

Alerta roja:

En la otra cara de la moneda, se encuentran las prácticas más peligrosas: las inyecciones, o slam. Las personas usan heroína, anfetaminas o mefendrona, combinadas con suero fisiológico, se lo inyectan directamente en el torrente sanguíneo a través de las venas. Esto representa la práctica más peligrosa de todas por el nivel de adicción que genera, el peligro de utilizar artefactos contaminados y contagiarse de enfermedades como el VIH. Sumado a los problemas que pueden presentarse por la inexperiencia de las personas que se inyectan.

Algunas sustancias pueden ser disueltas con agua y aplicadas en un enema anal, teniendo un efecto más rápido e intenso.

Las drogas pueden tardar entre 12 horas y hasta 30 días en salir completamente del organismo, dependiendo de la sustancia, la cantidad administrada y la forma de consumo.

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