Empieza a extenderse el clamor popular: “Si sigue Sánchez, yo me voy”.
Ocurre en todas las dictaduras. Ocurrió en la franquista. Unos, voluntarios y otros, forzosos, marcharon al exilio y ahora con Sánchez empiezan a clamar los voluntarios y, quién sabe, si después vendrán los forzosos.
Este es el sentimiento y decisión agónica que empieza a oírse en España ante la remota posibilidad de que Sánchez ganase las elecciones.
Ya empiezan o oírse a quienes quieren huir del comunismo, de los “comisarios políticos” de las “checas”, del pensamiento único, de la exacerbada ideología que invade todos los planos de la sociedad y es que esta ideología, que lo contamina todo, ya empieza a causar descalabros y situaciones insostenibles.
Los ciudadanos ya piensan en huir de la mediocridad, de la ausencia de valores y de que en, en definitiva, los gobernantes, Sánchez y Díaz, vivan de lujo a costa del pueblo.
Gran parte de la ciudadanía no contempla otra situación que la victoria electoral de Núñez Feijóo en las elecciones, porque si gana Sánchez, se va, se exilia: Está asfixiada, no aguanta más.
Basta de mentiras, de contradicciones, de incoherencias, de maniobras electoralistas que no se corresponden con la realidad.
Basta de “paguitas” y “cheques regalo” para comprar votos, que tendrán que pagar los contribuyentes.
Basta de pensiones insostenibles para mayores que se habrán de revisarse después de las elecciones, porque solo son un engaño para la compra de votos.
Basta ya de una deuda pública desmadrada, que tendrán que pagar hijos y nietos.
Basta ya de descuadrar cuentas, que tendrán que cuadrar los contribuyentes.
España no resiste más, Sánchez no la puede explotar más.
Basta ya de “inventos” para engañar a los contribuyentes, porque los contribuyentes no tragan ya con más chapuzas, más embustes.
El “negocio España” , ya no aguanta más.