¿Quién está detrás?

vandalismo

Vandalismo es sinónimo de saqueo, destrucción. Es el comportamiento  incívico y salvaje de individuos, jóvenes y menores de edad, que utilizan como pretexto la queja o protesta civilizada de la ciudadanía ante situaciones críticas, para exhibir  su brutalidad.

Ante su debilidad personal, se amparan en el grupo para el saqueo, el incendio y el robo impunemente con el fin mostrar su fortaleza grupal que no individual.

Se trata de grupos de radicales y violentos, debidamente manejados, alienados   y convocados en los que se infiltran ultras de izquierdas y derechas, que irrumpen, como una  marabunta humana en cada lugar a donde son requeridos, coordinándose a través de las redes sociales y antes por otros medios. La guerrilla urbana existe desde hace mucho tiempo y a alguien interesa que no cese y continúe con sus presiones.

A estos grupos se les unen, como “realización personal”, jóvenes y menores de edad acomodados a los que la sociedad les priva en momentos de emergencia nacional de sus juergas  y borracheras y encuentran en los saqueos y robos una exhibición de su “dominio grupal”, que no individual.  

Este vandalismo en España es copia del francés, del italiano y de tantos otros. En España se facilita la salida de lo bueno (científicos, profesionales, artistas) y se importa lo malo. Esto es un ejemplo más.

El Vicepresidente, sin ser consciente de las limitaciones y exigencias de su cargo, se comporta como un activista más y responsabiliza a la extrema derecha de tal vandalismo, en lugar de llamar a la calma a los ciudadanos que es su obligación institucional y la extrema derecha hace lo propio contra dicha extrema izquierda.

Así las cosas, en una aplicación debidamente adaptada al caso de un principio latino, podría decirse que “excusatio non petita, acusatio manifiesta”: Es decir, si desde una posición gubernamental la reacción inmediata, instintiva, es acusar a la extrema derecha, es porque se acusa a sí mismo y viceversa con la extrema derecha. El acto reflejo de la auto-defensa es evidente en ambos casos.

Y la pregunta es, ¿quién está detrás?

Estos vándalos están perfectamente equipados, cuentan con una logística  demostrada y un material que supera en muchas ocasiones a las previsiones policíacas.

¿Dónde está el C N I o Centro Nacional de Inteligencia? ¿Quién está ahí?¿ Quién manda ahí? Estas son preguntas a tener muy en cuenta cuando se tiene tanto interés en el control de este Centro de espionaje nacional.

Que el Ministro Illa califique el vandalismo sufrido por la sociedad española como “consecuencia de la fatiga pandémica“, tiene un tufo muy peligroso de pretender justificar este vandalismo, lo que a su vez, podría ser indicativo del origen de estas revueltas.

Son muchas las preguntas que quedan en el aire. Que cada uno les dé la respuesta que considere oportuna.

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