Querido diario:
¿Tú crees en la Justicia Divina? Pues yo no, pero a veces la realidad me supera y comienzo a pensar que tal vez exista alguna mano gigante ahí arriba acomodando las piezas y castigando a los que se pasan de la raya.
Seguramente te preguntarás a qué viene esta reflexión profunda sobre el mas allá. No me he metido nada, tío, tú ya me conoces, pero es que yo aún no me lo creo. Resulta que en Tanzania están empeñados en negar el coronavirus. De hecho, el presidente John Magufuli ya había declarado en junio del año pasado que su nación estaba “libre de covid-19”, y desde entonces no se ha vuelto a dar reportes de salud, ni se ha planificado ninguna campaña de vacunación a la población. Joder, si hasta los funcionarios se han burlado de todos nosotros por andar por la vida utilizando mascarillas y tal.
La cosa es que, como todo vuelve en esta vida, y en la próxima también, ahora Tanzania se está enfrentando a un brote rarísimo, en el que las personas vomitan sangre y mueren. Claro, tío, que no me estoy riendo de esa pobre gente que padece y la palma. Pero ya tú sabes que cuando cierras la puerta, se abre la ventana. Y por allí se ha colado este otro bicho (o lo que fuere, que yo no soy médica y ni idea tengo de qué puede estar causando esos fallecimientos).
La mismísima Felista Kisandu, directora médica de Chunya, uno de los siete distritos tanzanos de la región de Mbeya, lo dijo en una reunión política este fin de semana, luego de que la consultaran por el surgimiento de una extraña afección que habría matado ya a 15 personas, y que tiene en estado crítico a otras 50: “La gente vomita sangre y muere al llegar al hospital”, lanzó. Qué va, que esto le ha valido el cargo a la (ahora ex) directora. Se la han cargado con estetoscopio y todo. Las autoridades han entendido que la señora, que ahora está suspendida, dio a entender que había comenzado una nueva epidemia en el país africano, y ahí nomás ha tenido que pirarse pa’ la casa.
La realidad es que la pobre exdirectora tenía menos información que tú y yo si habláramos de gliptodontes, y cuando se le preguntó si el gobierno estaba al tanto de la enfermedad, ella sólo atinó a decir que se estaban tomando medidas para controlarla, y que se recomendaba “evitar los brebajes ilícitos, fumar cigarrillos y otras bebidas alcohólicas”. Pues que para que me quiten todos los placeres de la vida, prefiero quedarme tiesa aquí mismo, joder, si ahí está lo divertido, ¿verdad?
Volviendo al tema del covid, querido diario, tú ni te imaginas de las cosas que ha dicho este Magufuli. Tan empecinado está el hombre en negar que el bicho ya se le ha colado en el país, que ya ni puede ver 2 + 2. “Si el hombre blanco pudo inventar las vacunas, ya debería haber encontrado una vacuna para el sida, el cáncer y la tuberculosis», dijo en alguna oportunidad. Magufulito, cariño, que si aún no hemos encontrado la vacuna para esos males, es sólo porque a las farmacéuticas les vale más vender la medicación para paliar los síntomas, que curarnos y perder al cliente.
Se ha puesto combativo el hombre, ya te digo. Y la ministra de Salud, una tal Dorothy Gwajima, no se le queda atrás. Esta semana ha defendido al primer mandatario a capa y espada, mientras en una rueda de prensa un funcionario daba una clase práctica a los asistentes sobre cómo prevenir un posible contagio de coronavirus (y la posibilidad de echarse un quiqui también, no te jode) haciendo un batido con cebollas, jengibre, pimienta y limones. ¡Puaj!
Bueno, tanzanos y tanzanas, atención, que yo tengo una mejor. Leed bien: gin, tónica, y a tomar por culo. Que la covid os va a pillar igual, pero al menos estaréis a gusto.
¡Hasta mañana, querido diario! Que descanses. Te quiere, Maggie.