Diario pandémico. 22 de febrero de 2021

jeringuillas vacias

Querido diario:

¡Joder, tío, que esta pandemia no nos da respiro! Yo creí que este fin de semana iba a ser tranquilo, que iba a descansar como nunca, que hoy no iba a tener nada para contarte después de todo el jaleo del vacunagate de Perú, pero aquí me tienes. Después de estar pegada a la televisión todo el sábado y el domingo, ya estoy hasta la coronilla de los escándalos mundiales con este tema de la vacunación contra la covid.

¿Es que no aprenden, diario? ¿No saben estos tíos de la política que tarde o temprano todo sale a la luz? Yo ya no sé qué pensar ni qué sentir, joder. Mira tú a los loquillos de Brasil. Parece ser que han estado aplicando vacunas falsas a los viejecitos. No tienen corazón, tío, de verdad. Tú sólo imagina a un anciano contento y radiante porque va a poder inocularse contra el bicho, que al fin va a sentir ganada la batalla, que tal vez pueda juntarse a cenar con sus hijos y nietos… y viene una enfermera y le aplica deliberadamente una vacuna llena de aire. Como lo lees, tío, que son cabrones estos brasileños. ¿A quién se le ocurre semejante puñal por la espalda? Si tú vieras las fotos y vídeos… fliparías, tío. Las sanitaristas les chutan una jeringa vacía, ¡VACÍA! Y si está llena, pues hacen como se la aplican, pero no le dan al cosillo ese que hace que el líquido entre en tu cuerpo y te salve para siempre. Imagina tú los rostros de los familiares cuando le dieron play al vídeo para emocionarte con el momento exacto en el que sus viejitos son inmunizados, y ahí nomás se dan cuenta de que todo ha sido una farsa. Joder, que ni el general Villarroya se ha animado a tanto. Al menos nosotros aquí sólo nos saltamos filas y que sobreviva el que tenga que sobrevivir. Pero esto ya es demasiado, que no me lo puedo creer.

Por ahora, son unas imágenes las que se han viralizado en redes sociales, pero te apuesto que en cualquier momento serán muchas más. La policía Civil de Río de Janeiro ha asegurado a través de un comunicado que los profesionales de la salud involucrados en este lío tendrán penas de hasta 12 años de prisión por malversación de fondos si se confirma que hubo desvío de dosis o cualquier otra irregularidad. Pero vamos, que desde que Jair Bolsonaro fue visto por el mundo entero levantando en andas a un hombre de baja estatura creyendo que era un crío, dime tú si podíamos esperar mucho más de sus sanitaristas. Que están locos, tío.

El mismo Bolsonaro se ha hecho el tonto ante este escándalo y, en lugar de hacer un lindo mea culpa y revolear despidos por aquí y por allá, se ha dedicado el día de hoy a hostigar a Alberto Fernández, el presidente argentino, por el vacunagate de su país vecino. ¿Qué, no te has enterado? ¡Ja! Esa sí que es buena.

Resulta que aparentemente, en el Ministerio de la Salud de Argentina se han montado un vacunatorio vip para los amigos personales del (ahora) exministro de Salud, Ginés González García. Sí, sí, el mismo que al comienzo de la pandemia había dicho que el cororavirus no iba a llegar al país, y otros tantos cuentos. Ya sé, ya sé, el hombre es un gran sanitarista, pero aquí déjame decirte que la ha cagado. Fíjate que un periodista, llamado Verbitsky y apodado “el Perro” (este sí que muerde, eh) contó en su programa de radio que gracias a su amistad con Ginés se había podido vacunar en el Ministerio. Con amigos así… De esa confesión no habrían pasado ni 5 horas que ya era cadena nacional el papelón del ministro, y tuvo que echar paños fríos el mismísimo Presidente, solicitándole su renuncia inmediata.

Ahora en Argentina algunos defienden a capa y espada al exministo (esos seguro se han vacunado por detrás, que te lo digo yo), mientras otros buscan la supuesta lista de tres mil vacunados vip y se rasgan las vestiduras hablando de ética y moral. Estos últimos son los que más miedo me dan, que los conozco, tío, son los mismos que preguntan a sus amigos si no habrá algún conocido en el ayuntamiento para hacer tal o cual trámite. Que levante la mano el que esté libre de pecado, ¿verdad?

Pero ya, claro, lo de Ginés González es inconcebible, y bien despedido está. Que aprendan en su región que la corrupción se paga. Pero bueno, que ellos siempre terminan cobrando por otro lado…

¿Quieres que te dé la solución para el fin del mercado negro de las vacunas? Hisopados anales para todo el mundo. De aquí en más, esa será mi respuesta para todo.

¡Hasta mañana, querido diario! Que descanses. Te quiere, Maggie

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