Puro electoralismo, y pura compra de votos con fondos europeos.
A Sánchez no le preocupa el futuro de las pensiones, solo le preocupan “su hoy” y su reelección. Aún no ha encontrado trabajo en Europa, pero su “amiga” Úrsula Von Der Leyen le protege mirando para otro lado y accediendo a todo lo que le pida.
Por eso, lo que pasará con las pensiones de los hijos y nietos de los contribuyentes de hoy, no es su problema. “él” ya no estará.
La solidaridad entre generaciones, para lo que hay que combinar las pensiones que se pueden pagar hoy, con el fin de asegurar las de “mañana”, no es un problema suyo y Sánchez sigue pagando al PNV, “Exquerras”, Bildus, filoetarras y demás separatistas, para que le apoyen y si hay que desmantelar la Nación, se desmantela.
Sánchez solo tiene un objetivo, él mismo, y por eso necesita comprar votos, tanto en ambas Cámaras, como en la calle y para esa compra de votos necesita los fondos europeos y esos fondos se los da su “amiga” y protectora Úrsula Von Der Leyen. La Presidenta de la Comisión le ha pedido, un “pacto para las pensiones” y Sánchez se lo va a llevar, “como sea”. Para eso tiene su poder dictatorial. Sin la conformidad de la oposición, ni de CEOE. Sánchez tiene mucha prisa porque ya está en período electoral.
A eso se le llama “desvío de los fondos europeos”, pero Úrsula Von Der Layen mira para otro lado.
El “pacto” para las pensiones exige pensar muy bien los criterios de revalorización de las mismas, pero Sánchez no está para eso, solo está para seguir en su poder dictatorial y mintiendo. El pacto lo impone porque es su dictadura y “el que venga detrás que arree”.
Para un pacto por las pensiones hay que hacer cuentas con rigor, pero Sánchez solo quiere hacer las cuentas de los votos.
La factura de las pensiones aumenta mes a mes, pero eso no le importa a Sánchez, porque no es su factura, es la factura de los contribuyentes, y Sánchez no está, ni ha estado nunca, en esa “guerra” . Solo está en la “guerra” de su lucimiento personal y de sus votos.
Hay que pensar en atemperar el gasto antes que pensar en los ingresos, que también, pero los gastos son intocables porque España es su “finca” y él es el “César” y, además, quiere seguir siéndolo.
La factura de las pensiones, es ya “fractura” de las pensiones, porque aumentando el paro y el gasto, haciendo la vida imposible a los empresarios, grandes, medianos y pequeños y sin promocionar la natalidad, es imposible sufragar las pensiones. El empleo lo crea la actividad empresarial privada. Si a la empresas privadas las insulta y menosprecia, las empresas, tarde o temprano, se irán.
Pero todo eso en Moncloa es implanteable, porque solo es planteable lo que genere y compre votos para “el César“.
A Sánchez no se le puede hablar del PIB, del déficit, de la inflación, de los intereses de la deuda, de revalorizaciones y así, de un larguísimo etcétera, porque Sánchez, no quiere entender. Sánchez es un “doctorcito” sin doctorado, porque la tesis la tiene plagiada, y solo quiere entender de votos, de trampas, de mentiras y poder dictatorial.
El concepto “sostenibilidad”, ni se lo plantea, no le afecta. Lo dicho “el que venga detrás , que arree”.
A Sánchez que no le vengan con cuentas, porque “él solo sabe poner los cuentos” .
Todo en Sánchez es demagogia y toda su demagogia la pone a su propio interés.