Listas electorales

Están los que son llamados a la política para prestar servicios a la sociedad a cuyo fin abandonan temporalmente su profesiones, oficios o trabajos y los hay que desde muy jóvenes, sin “oficio ni beneficio”, según el dicho popular y sin preparación alguna, se enrolan en un partido político para ascender y tratar de conseguir el escaño deseado con una vida de privilegios a costa del dinero de los contribuyentes que por sus propios méritos nunca alcanzarían.  Es evidente que ese es su negocio y tratan de explotarlo todo lo que puedan.

En el sanchismo no existe discusión alguna en cuanto a los posibles integrantes de las listas por ser el dictador el que decide en base a sus propias y exclusivas conveniencias a quién incluye en dichas  listas electorales y otros cometidos con sueldos públicos.

En la comunista extrema izquierda no ocurre ni una cosa ni la otra y como en ese extremo político todos suspiran por tener “bicoca” engrosar dichas listas para  asegurar sus respectivos sueldos públicos y demás prerrogativas, las llamadas “luchas internas” son a “ cara de perro”  para evitar tener que volver a su vidas anteriores, que están en las antípodas de las vidas de lujo que llevan ahora.

También los hay que aspiran a estrenarse en esa vidas de lujo que, de otro modo, no es sencillo conseguir “ sin oficio ni beneficio”.

Es lo que tiene haber entrado casi “con calcetines” en el partido comunista, sin formación personal, laboral ni profesional alguna y, por consiguiente, no “tener adónde ir”.

No todos pueden buscarse “apaños” con los jefes políticos, ni todos pueden ser los elegidos por mucha adulación que muestren a dichos jefes a los jefecillos: El servilismo puede ser útil en momentos determinados, pero no siempre funciona, no siempre “cuela”.

De todo ello vienen las “luchas internas” que protagonizan los comunistas podemitas y los “yolandos díaz” por no quedarse fuera de las dádivas y “bicocas” que proceden del dinero de los contribuyentes, que es el único negocio que persiguen porque, de lo contrario, no tienen adónde ir, y dadas las encuestas, tienen que entrar en los primeros puestos de esas listas.

Cuando esos seguidores de los jefes maduran y son conscientes de que “el cielo que el “jefe” les prometió conquistar era el suyo propio y el de sus máximos allegados y no el de todos los que aplaudían y mostraban pancartas.

A la mayoría de edad política, sin subvenciones y enchufes políticos, se dan cuenta del engaño. Los “jefes comunistas” se han valido de ellos para vivir a su costa, con arengas que ni sus propios jefes se creían.

En su vida los comunistas españoles soñaron con vivir como viven a costa de ese pueblo, que pasa penalidades y al que han engañado y si le conceden alguna limosna es con el fin de conseguir votos cautivos. El comunismo quiere un pueblo sin formar y sin pensar para pensar por dicho pueblo y manejarlo a su propia conveniencia.

Eso es el comunismo, pura palabrería de trileros en propio interés.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *