El libro enseña, transmite ideas, enseña horizontes, otros “mundos” , formas de vida, principios, la lectura es riqueza personal, proporciona personalidad y criterio propio, el libro proporciona la posibilidad de avanzar en la vida, porque descubre al lector otras cosas diferentes a las que le rodean, el libro significa imaginación, creación literaria, ficción, libertad de pensamiento.
Por eso el libro representa un peligro para comunistas y fascistas que someten a sus respetivos pueblos dominados a sus propias ideas, a su propio lenguaje, sus propias formas de ver la vida, sus propias formas de reinterpretar la historia y, así, un larguísimo etcétera.
Y por esto el comunismo y el nazismo persiguen al libro y, por ende, al autor, que no siga rectamente y no vanaglorie, las consignas y doctrinas de los respectivos regímenes comunista y fascista, bajo cuyo yugo transcurre la vida de los ciudadanos de los países que gobiernan.
Esta es la razón por la que comunistas y fascistas censuran, secuestran, modifican, queman libros y persiguen a sus autores.
La Alemania nazi y la Unión Soviética son dos grandes ejemplos de ello, aunque no son los únicos. Gran parte del mundo sufre todavía las dictaduras comunistas y fascistas.
La quema de libros en Alemania por el régimen nazi de Hitler en 1.933 es un ejemplo de todo lo anterior, así como la persecución, torturas, fusilamientos, cuando no suicidios, de escritores por sus ideas.
Ahora en España, son las feminazis, las que censuran, prohíben, secuestran, y modifican los textos académicos y literarios de los libros que tachan de “malditos”, por no seguir su lenguaje, sus principios y su ideología, desvirtuando la libertad de creación por la, intencionada, mala interpretación del racismo, de las ideas, y de la historia en base a ese “invento político” llamado “feminismo” con el que justifican la imposición de sus ideas.
Ejemplos de ello son Astérix y Tintín, Luck y Lucke, Pocahoda, La Cenicienta, Blancanieves y los siete enanitos, siendo éstos solo unos ejemplos de la multitud de títulos secuestrados, modificados, censurados por dichas feminazis.
Una dictadura comunista la hay ahora en España, y, por consiguiente, en la Unión Europa, mientras la Unión Europea, mira para otro lado.
Europa ya miró para otro lado con la Unión Soviética y con Hitler. Se repite la historia.