Kamala, sus vestidos y el machismo del personal

kamala harris

Si todos los problemas de Estados Unidos se pueden guardar en un armario es señal inequívoca de que se trata de un país muy feliz.

¿Tratados internacionales de comercio? ¡Bah! Fruslerías. ¿Vacunación contra el Covid-19? ¿Qué Biden teme que los USA lleguen al medio millón de muertos por coronavirus? ¿Las relaciones siempre complicadas con Irán, Oriente Medio (Medio para ellos; Próximo para los europeos), China, Corea (la del Norte), Irak, Cuba, Venezuela, Bolivia..? ¿Las relaciones fronterizas con México, la inmigración..? ¡Tonterías!

Aquí lo que más importa es que la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, vaya vestida de violeta y no luzca de Dolce&Gabbana, que es una marca racista porque en un anuncio sacó a mujeres chinas. Lo dice una “youtuber”, o una “instagrammer”, no sé, una “influencer” de esas que, a falta de interés en la vida propia, habla del interés de las de los demás, en este caso la de Kamala, que encima resulta más rentable. “Tengo una muñeca vestida de azul/ con su camisita y su canesú…”

La susodicha es conocida en Instagram como Kamala’s Closet; o sea, el “armario de Kamala”; o sea, Vittoria Vignone. No, no la busquen en los tratados de moda, ni en Wikipedia, ni tan siquiera en Frikypedia. La Vignone no es nadie digna de mención. En Instagram, a la Vignone le siguen apenas seiscientas personas y como “armario” de la vicepresidenta no llega ni a seis mil. Pero ahí está, oigan, dando la brasa con los atuendos de la primera mujer y primera negra de la Historia que llega a ser la vicepresidenta de la primera potencia mundial.

¿Y todo se resume en sus trapitos? Nada de su pensamiento político, nada de su trayectoria meteórica (y heroica) como abogada, como senadora junior por California, como fiscal general en este Estado… Nada de nada. Sus 56 años de vida y trabajo, encorsetados y colgados en unas perchas, por una “donnadie”, o “doñanadie” parasitaria, que se está haciendo notar a la sombra de doña Kamala. ¡Qué triste lo suyo!

Pero más triste todavía es que revistillas de postín “couché”, de esas que cuestan en los quioscos mucho más dinero de lo que valen, hagan caso a esta “doñanadie” y derrochen ríos de tinta y pliegos de papel hablando de la nada, cuyas redactoras (porque generalmente son mujeres, y no hombres) escriben documentos Word “al peso” para justificar el sueldo, y por hablar, hablan hasta de comparaciones entre la Harris y las reinas de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta, hoy llamada Máxima de los Países Bajos, y de España, Letizia Ortiz, hoy llamada Letizia Ortiz.

Pero si es que ni comparar saben todas estas «lumbreras», porque dicen que las dos reinas europeas han seguido el “loock” de Kamala Harris, cuando en caso de haber habido alguna coincidencia mimética hubiera sido al revés, de la Harris a las reinas, por una  simple razón de coherencia cronológica: que Máxima y Letizia ya lucían modelitos antes de que se empezase a hablar de la vicepresidenta estadounidense. Señor, señor…

Y luego dirán que los machistas somos los otros…

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