Las vidas y colectivos que deja huérfanos el Ayuntamiento de Madrid al eliminar Igualdad

Igualdad

El reciente anuncio del consistorio madrileño de desmantelar la Dirección General de Igualdad fulminará puestos de trabajo, formación y ayuda a las mujeres, personas LGTBI y con discapacidad, más vulnerables.

Jaiza, una mujer transexual de 26 años, llegó a España hace un año y medio. Era ingeniera de minas en Colombia, pero cuando comenzó a transicionar vio venir el peligro en su entorno y huyó hasta recalar en Madrid, y conocer después la asociación que atiende migrantes, refugiados y solicitantes de asilo LGTBI+, Kif Kif. Desde hace dos meses forma parte del  equipo de Unidad Distrital de 8 personas con problemática similar a la suya, que recorre el centro de la ciudad recuperando la funcionalidad de espacios, recogiendo ramas, pintando grafitis feos de fachadas y adecentando las calles allí donde no llegan los equipos de limpieza, de parques y jardines, o de urbanismo.  Este proyecto depende del departamento de Igualdad que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido eliminar de un plumazo.

A los madrileños el equipo de Jaiza nos hace un servicio. Con la subvención, la asociación da trabajo digno a personas que si no… cualquiera imagina el triste guion.  ¿Chiringuitos? ¿Mamandurrias, como dice la extrema derecha y se lo compran como discurso valedor Ciudadanos y el Partido Popular, a cambio de sacar adelante los presupuestos municipales? No. “Es vida, digna, con oportunidades, que nos facilita integrarnos en la estructura social para que nadie se quede atrás y todos seamos útiles” nos dice Jaiza.

Desde el pasado martes 26 de diciembre, Jaiza, sus compañeros, otros colectivos vulnerables como las personas con minusvalías, las cientos de mujeres que encuentran ayuda, apoyo, formación, amistad, contactos, ofertas laborales, alquileres, oportunidades para sus hijos e hijas menores, orientación y, sobre todo, un lugar donde reunirse en los 15 espacios de igualdad de la capital española, les tiemblan las piernas.

El Ayuntamiento de Madrid ha decidido eliminar la Dirección General de Igualdad (llamada de Conciliación y Cooperación Institucional para la Igualdad de Oportunidades), justo cuando más encarnizada está siendo la ofensiva de Vox contra el feminismo en Madrid. Esa Dirección General estaba integrada por dos subdirecciones. Una de ellas se traslada con todo el personal a Emergencias Sociales y la otra subdirección se integra en la Dirección general de Violencia de Género. El área municipal de Familias, Igualdad y Bienestar social, (llamada Dirección General de Atención Primaria, Comunitaria y Emergencia Social), dirigida por Pepe Aniorte, de Ciudadanos, la asumirá. La excusa ha sido la necesidad de una reestructuración interna para reforzar los servicios sociales y reducirá la plantilla encargada de los temas, proyectos y espacios de Igualdad.

Espacios para empoderarse y salir adelante

Susana Palencia es una vecina de Carabanchel, española de 55 años y musulmana, que se tuvo que reinventar para salir adelante hace unos años. A través de su centro de salud supo de la existencia del espacio de igualdad María de Maeztu, en la calle Comandante Fontanes, en su distrito. Entrar allí le cambió la vida. “Es mi segunda casa, y aunque ahora con la pandemia la presencialidad está limitada, continuamos con las actividades a través de internet”.

Espacio de igualdad María de Maeztu

Según nos explica, los espacios de igualdad, que pueden ver mermado a futuro su capacidad de gestión e incluso, su dotación económica “no son las paredes, porque el espacio allí lo hacemos las mujeres. Acudes y desaparece la soledad y el aislamiento, encuentras todo tipo de actividades, acceso a la cultura y talleres, así como asesoramientos psicológico, legal, laboral y sobre todo amigas; redes de mujeres que se ayudan desde para encontrar trabajo, vivienda o cómo huir de la violencia machista. Encontramos allí diversidad, respeto, refugio y orientación”.

Proyectos como el llamado “Mujeres compartiendo sabiduría” forman esa red de apoyo entre mujeres de todas las razas, creencias y nacionalidades que encuentran la autoestima necesaria para superar cualquier problema sin que nadie las juzgue o discrimine por nada. “En mi caso, las técnicas que allí trabajan me orientaron. Yo era profesora de Pilates y otras disciplinas, y me encaminaron hacia mi actual profesión, auxiliar de ayuda a domicilio. Enseñan informática, español (ahora hay un taller para analfabetas) ofrecen acceso a internet si no lo tienes, te ayudan a hacer el currículum y a buscar empleo, te orientan si eres víctima de violencia machista y cuentas con psicólogas, abogadas, y profesionales que te puede ayudar a salir de cualquier bache. Yo he hecho allí amistades de otras mujeres del barrio que ahora considero mis hermanas”.

Un retroceso para las mujeres y los colectivos LGTBI

La desaparición del departamento ha supuesto el cese de Rosa Gómez Rivera, su directora general, una mujer funcionaria que lleva 41 años trabajando con todos los partidos políticos que han gobernado el consistorio madrileño y fue la gran promotora de los espacios de Igualdad municipales como el nombrado María de Maeztu. Con su salida, el área social  que contaba con dos direcciones generales relacionadas con la igualdad, una la de Prevención de Violencia de Género y otra la de Igualdad de Género, fusiona ambas y traslada una subdirección general de Igualdad de Género con el fin de reforzar los Servicios Sociales y la atención a la Emergencia Social. Se desdibujan así las necesidades de las mujeres, las más afectadas socialmente por problemas agravados por la pandemia.

Así nos lo explica Laura Carenas, que trabaja como asistente del Grupo Municipal de Más Madrid en el ayuntamiento, tras haber sido colaboradora de Rosa Gómez en el área de Igualdad muchos años. 

Según nos aclara “van a eliminar a todo el personal de la Dirección General de Igualdad, y pasaría sus competencias a la de Violencia de Género.  Esto no hay quien se lo crea, porque la mitad de personal no puede gestionar la totalidad de los programas. Si un área tenía 20 personas y la otra 30 que gestionaban todo, es imposible que 20 gestionen lo de 50. Se van a tener que eliminar programas, habrá problemas con la gestión de la subvenciones. Del área que “desaparece” se gestionaban las subvenciones de igualdad de oportunidades, de prevención de violencia, LGTBI, discapacidad, diversidad funcional… que precisan gestión de estudio de proyectos, concesiones, etc. Sin las personas que lo hacían se quedará sin hacer o con grandes retrasos, porque quienes se quedan para hacerlo ya realizan otra labores. Para las ONGs pequeñas es un drama”.

Un bloque de trabajo enorme en Igualdad era la gestión de los espacios como el María de Maeztu. La coordinación de todos ellos, las remodelaciones y mejoras, nuevos proyectos y la propia creación de nuevos espacios, que está parada desde que asumió el área Ciudadanos. “No esperamos que vayan a licitar ninguno nuevo –asegura Carenas- no hay seres humanos físicos que lo puedan hacer. Es preocupante lo que se va a eliminar como lo que se va a dejar de hacer”.

Desde la oposición se temen que acabarán eliminándose las subvenciones a asociaciones feministas, a proyectos de los espacios de igualdad y a las ONGs que trabajan con estos colectivos desfavorecidos, como los LGTBI, y otras como las dedicadas a personas con discapacidad. Afectará a lo que la ultraderecha considera chiringuitos, como los que atienden a migrantes, o el programa de sensibilización contra la violencia de género a alumnos, profesores y padres de colegios e institutos públicos. Tampoco saben si el área superviviente, la de Violencia, asumirá la dotación presupuestaria de Igualdad. Las partidas eran de 13.700 millones de € para Igualdad y 12.800 millones de € para Violencia de Género. Los 13 de Igualdad pasaran a Violencia y/o Emergencias Sociales. No está definido aún.

 “Pero no es posible –aclara Laura Carenas- si como dicen va a aumentar la dotación para Emergencia Social. Esta remodelación la hacen tres semanas después de firmar el presupuesto. El dinero ya está repartido. Está claro que en la situación de pandemia habría que haber dotado de más dinero a Emergencias, donde se gestiona, por ejemplo, las tarjetas para familias vulnerables, pero había dinero suficiente para todo, porque son unos presupuestos sin regla de gasto”.

Los cuatro ediles de Vox, de los que dependen los populares del José Luis Martínez Almeida y los de la vicealcaldesa Begoña Villacís, de Ciudadanos, para sacar adelante los presupuestos, consiguen así que vaya ganando terreno su ideología negacionista de la violencia machista y discriminatoria contra los colectivos inmigrantes, LGTBI, y todo lo que no encaje en su estrecha manera de entender la diversidad humana. Mientras, quienes pierden son quienes menos tienen y menos oportunidades de encajar en la sociedad pueden encontrar, sobre todo si no cuentan con esas vías de ayuda institucional que están ahí, pagadas por todos, para que nadie se quede ni solo ni atrás.

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