Esta última semana han saltado las alarmas de la SEC, la autoridad del mercado bursátil estadounidense, y de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos (CFTC) : pequeños inversores agrupados en WallStreetbets a través de la plataforma Reedit han disparado las acciones de empresas en dificultades como GameStop y elevado el precio de la plata.
Todo comenzó cuando pequeños accionistas, alentados a través de redes sociales, podcats, youtube y todo tipo de información en la web, empezaron a invertir en GameStop, una pequeña empresa de video juegos en dificultades. Los grandes brokers del mercado vieron arrinconadas algunas de sus operaciones, y en el parqué neoyorkino se empezó a hablar de la rebelión de los pequeños inversores. La masiva inversión se enfrentó de cara a los fondos bajistas que movían millones de dólares apostando a que la sociedad quebraría.
La explicación técnica de lo que ocurrió es que los pequeños inversores albergados en la plataforma Reddit se coordinaron en Facebook para comprar simultáneamente, provocando lo que se denomina un “short squeeze” en la acción, un fenómeno que se produce cuando un evento genera un incremento moderado en el precio de una acción llevando a los vendedores en corto a especular sobre alzas adicionales. Como si estuvieran apostando a que el precio subiría o bajaría. Y subió.
El pulso lo ganaron los pequeños inversores, que vieron como los todopoderosos fondos perdían 10.000 millones de dólares. El vencedor GameStop cuyo valor se revalorizó en más de un 1.000%: de 17 dólares por acción con que comenzó el año, tras la intervención de los 160.000 miembros del foro Reedit, elevaron con sus pequeñas inversiones a 469 dólares cada título hasta la pasada semana, a través de la aplicación Robinhood, que no cobra ninguna comisión por las operaciones.
Ganada esta primera batalla, los responsables de WallStreetbets aseguran que no se van a retirar. La suya, aseguran, es “una lucha de clases” y los pequeños inversores reconocen que no les importa perderlo todo si con ello acaban con los fondos bajistas. Esta irrupción en el mercado ha arrastrado a otros inversores hacia otras empresas en dificultades como BlackBerry, AMC Entertainment Holdings o Bed Bath & Beyond Inc. A todos les ha pillado por sorpresa, de ahí la victoria, y hasta la admiración de algunos grandes magnates, como el fundador de Tesla, Elon Musk.
Esa fue la pelea de la semana pasada. En la actual el objetivo es la plata y, como consecuencia todas las empresas mineras, además de los fondos ETF, cuyas participaciones se negocian y liquidan igual que las acciones, que mantienen posiciones en dicho metal. Nuevamente el movimiento de los pequeños inversores WallStreetbets, operando de forma individual en función de lo que se dice en los foros, pone sobre las cuerdas a los experimentados brokers. Incluso ha sido necesaria la intervención de la sociedad Money Metals, que tuvo que controlar las operaciones vinculadas a este metal y las monedas.
La irrupción de la autoridad del mercado SEC ha desinflado todas estas operaciones. Este martes, GameStop cedía un 500% de su valor hasta bajar a los 74,86 dólares por título y la cotización de la plata, que llegó a alcanzar máximos de 2020 de 30 dólares la onza, retrocedía al entorno de los 26 dólares.
Y es que el pasado viernes la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC) expresaba su preocupación por la extrema volatilidad de los precios de negociación de ciertas acciones, porque exponía a los inversores a pérdidas rápidas y graves, además de socavar la confianza del mercado. Y se comprometía a proteger a los inversores minoristas “cuando los hechos demuestren una actividad comercial abusiva o manipuladora que esté prohibida por las leyes federales de valores”, mantener mercados justos, ordenados y eficientes y facilitar la formación de capital.
¿Se han desinflado los pequeños inversores en su burbuja? A esta pregunta los analistas del mercado parecen coincidir en que la volatilidad en que se encuentra el mercado bursátil hace posible estas burbujas. Otro ejemplo son las grandes subidas y bajadas registradas por las criptomonedas, o el despegue en cohete de las acciones de las empresas de energía limpia, o cómo Tesla ha visto incrementar el valor de sus acciones un 720% en 2020. La respuesta de todos extraños y radicales movimientos es la volatilidad.
El analista de Investing.com, Haris Anwar, se refiere a esta volatilidad como explicación de todo lo que está pasando en los mercados desde la inestabilidad provocada por la pandemia. En su opinión, además, es difícil predecir qué pasara al final con los disparates alimentados en las redes sociales. Lo que sí se puede aceptar es que este fenómeno es como una “seria advertencia” de que la volatilidad puede aumentar en los próximos días. Aquellos que tengan una cartera de acciones deberían intentar moderar el riesgo, aconseja Anwar.
En poco más de una semana, el grupo de pequeños accionistas de WallStreetbets ha crecido hasta los 7 millones de seguidores, mientras Facebook ha cerrado el foro en el que se organizaban. Pero no se van a retirar. En su mayoría son jóvenes con empleos precarios, que buscaban unos cientos de dólares y ya no les importa perderlos. Otros han optado por cobrar sus ganancias. Sólo habrá que esperar cuánto tiempo pueden esperar hasta que estalle la burbuja que ellos mismos inflaron.