El Gobierno nos está acostumbrando a que cuando hace un anuncio sobre en lo que está trabajando, en pocos meses lo aprueba para su puesta en marcha. Pasó con los ERTE, con el ingreso mínimo vital, con los desahucios… y ahora le toca a las cotizaciones de los autónomos. El Ejecutivo quiere que este colectivo de más de tres millones de trabajadores pague a la Seguridad Social según sus ingresos reales a partir de 2022.
Así lo ha anunciado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que está preparando un nuevo sistema de cotización por ingresos reales para autónomos. La fórmula en la que se está trabajando consistiría en que estos trabajadores coticen según sus ingresos y no con una cuota fija, como ocurre en estos momentos.
Trece tramos
De acuerdo con el borrador que el Gobierno ha entregado a los agentes sociales, el nuevo sistema contaría con hasta 13 tramos de bases de cotización, a las que se acogerían los autónomos en función de sus ingresos netos. Es decir, cada autónomo tendría una base de cotización por sus ingresos previstos y, posteriormente, regularizaría lo cotizado.
El borrador propone que en el mes de noviembre los autónomos envíen a la Tesorería General de la Seguridad Social los rendimientos netos obtenidos y reflejados en sus declaraciones a la Agencia Tributaria. La Tesorería compararía si lo cotizado corresponde con lo declarado y, si hubieran cotizado más de lo que les corresponde por sus “ingresos reales fiscalmente computables”, la Seguridad Social les devolvería el exceso de oficio. Si, por el contrario, hubieran cotizado por menos, se les solicitará que abonen por lo que les falte.
Sería adecuar la realidad salarial de los autónomos al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), ya que estos trabajadores no tienen una nómina idéntica todos los meses. Por este motivo podrían tributar en función del cálculo que realicen sobre sus ingresos anuales.
Escrivá ha asegurado que el nuevo sistema incluirá un esquema progresivo en el tiempo a fin de que “no se produzcan desajustes que creen problemas de gestión administrativos a nadie”.
No obstante, en la Seguridad Social son conscientes que no a todos los trabajadores por cuenta propia podría aplicarse el nuevo sistema, debido a existen diferentes categorías en las que no siempre es posible conocer la dimensión fiscal y de cotizaciones al sistema público.
Dado que la situación económica de los autónomos puede cambiar a lo largo del año, se les permite cambiar su base de cotización. El borrador (entregado a CEOE, CCOO, UGT y asociaciones de autónomos (ATA, UPTA) aún no especifica cuántos cambios se podrían realizar al año (en la actualidad se permite 3 veces), pero se podría elevar este número de cambios de 4 a 6 veces cada año, a fin de adecuarla a los ingresos que van obteniendo.
De momento, la Seguridad Social ha actualizado los rendimientos netos de los autónomos en 2019. De acuerdo, con el estudio que ya tiene el ministerio que dirige José Luis Escrivá, el 46% de los autónomos tuvieron unos rendimientos netos inferiores al salario mínimo interprofesional y el 56% lograron unos ingresos superiores a 12.600 euros anuales.
En la reunión mantenida por los responsables de la Seguridad Social con los agentes sociales se les explicó que todavía falta por calcular los ingresos de 1,2 millones de autónomos que trabajan en régimen societario o foral, los religiosos, los que tienen pérdidas o los no que dan rendimientos que no se conocen por Hacienda.
Una demanda histórica
El colectivo de autónomos lleva años reclamando cotizar por sus ingresos. Así se constata en el informe realizado por Infoautónomos y la Universidad de Granada en 2019: el 70% de los autónomos pide un cambio de cotización. No obstante, que se adapte a los ingresos reales no les parece el mejor sistema. El 37% está de acuerdo con que se implante una cuota progresiva por tramos de ingresos, pero el 34% no está de acuerdo con esta solución y el 27,2% no tiene una opinión formada.
En lo que si parece que existe coincidencia es en que el nuevo sistema sea fruto del consenso entre el Gobierno, asociaciones de autónomos y trabajadores por cuenta propia.
De momento, se sabe que con el nuevo sistema la Seguridad Social vería aumentar su recaudación. En el actual sistema, la mayoría de los autónomos con independencia de sus ingresos, suele pagar la cuota mínima que permite el sistema (en la actualidad de xxxx), que se suele elevar hasta la cuota máxima en los últimos años antes de su jubilación, que en 2020 está fijada en 4.040 euros.
Por tanto, se reduciría significativamente el número de autónomos que cotizasen por la base mínima, pero a cambio tendrían derecho a recibir más prestaciones y coberturas del sistema.
En la negociación que se debe abrir se tendría que despejar también qué ocurriría con la tarifa plana de cotización a la Seguridad Social que pagan los autónomos en sus primeros años trabajando por cuenta propia.