Se veía venir. El sector de la automoción está muy tocado, con un desplome histórico de las ventas. Ford acaba de anunciar un ERE, expediente de regulación de empleo, que afectará a 630 trabajadores de su plantilla de Almussafes, Valencia. Podría ser el principio del fin al que muchas otras empresas podrían seguir, sobre todo de la industria auxiliar.
La dirección de la empresa automovilística ha comunicado al comité de empresa de Almussafes un ajuste de empleo que afectará a cerca del 10% de la plantilla. La razón no es otra que la escasa demanda de los modelos que se fabrican en la fábrica (el S-Max Galaxy y el Mondeo). Luego las causas económicas a la que se ajusta el ERE están más que justificadas. Sólo con ver el volumen de ventas de los dos primeros meses del año y la precaria situación en la que se encuentra la industria del automóvil abocan a esa decisión. En enero se vendieron más de 51% menos de vehículos, y en febrero más de un 40% menos.
En la actualidad, trabajan 7.100 personas en la planta de motores y en las líneas de montaje del todocamino Kuga, la berlina Mondeo y los monovolumen Galaxy y S-Max, además de la furgoneta Transit.
Aunque el ERE tendrá carácter voluntario, la intención de la compañía es eliminar el turno de noche y dejar de forma permanente el ajuste de la plantilla. ¿El motivo dado por la firma? La caída de las ventas sobre todo los modelos S-Max, Mondeo y Galaxy. De momento, la demanda de compra del modelo Kuga “sigue siendo fuerte”, según han explicado fuentes de la empresa, quienes agregan en esta explicación que en estos momentos los consumidores se decantan más por los SUV y Crossovers.
Los planes de la firma automovilística son inmediatos, ya que prevé reducir la producción de la planta a partir de primeros de abril, lo que implica que a principios del próximo mes los despidos deben ser efectivos. Por ello, ya trabajan con los representantes sindicales para fijar las condiciones de dichos despidos y el número definitivo de trabajadores que dejarán de trabajar para Ford.
Lo que ya sabe la empresa es que la producción pasará de los actuales 1.640 vehículos diarios a 1.360, lo que supondrá recortar la producción en 280 automóviles por jornada.
El nuevo ajuste de plantilla viene precedido de seis Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentados en 2020 y un ERE que supuso el despido de 350 trabajadores. Además, la planta ha parado su fabricación entre el 1 al 8 de marzo, que se suman a los nueve días que paró en febrero.
Falta de proyectos
Ante los planes de Ford para su fábrica de Valencia, los sindicatos consideran que la compañía está apostando por su planta de Colonia para realizar sus modelos eléctricos en Europa. Todavía no se conocen los planes que tiene para España en el ámbito de la electrificación, en lo que están trabajando las mayorías de las plantas de automóviles de otras compañías implantadas en España.
Por este motivo, los sindicatos no quieren oír hablar de despidos sino de nuevos proyectos en los que trabajar. UGT ya ha anunciado que no acudirá a nuevas reuniones para negociar las condiciones del ERE y lo deja abierto todo a la reunión prevista por la empresa para el próximo 30 de marzo, en la que estarán presentes todas las fábricas que Ford tiene en Europa. Por su parte, CCOO exige que primero la compañía les informe de los planes que tiene para la planta para el futuro.
Al tratarse de una empresa privada, poco puede hacer el Gobierno y las autoridades de la comunidad, aunque desde el Ministerio de Industria están animando a todos los fabricantes a que dirijan sus esfuerzos en I+D e inversiones a la electrificación de sus modelos. En el caso de Ford, podría sumarte al proyecto de Power Electronics, una gigafactoría ubicada en Valencia para el que ya se han solicitado fondos europeos del mecanismo Next Generation.
Ante los nuevos vientos de electrificación, lo único que ha confirmado Ford es su intención de que a partir de 2030 sólo venderá vehículos eléctricos en Europa, y confirmado que será su fábrica alemana de Colonia la que se encargue de los nuevos modelos eléctricos. En 2020, la matriz de Ford adjudicó a Almussafes las versiones híbridas del S-Max y Galaxy, además de producir un nuevo motor y producir la nueva generación del Kuga, incluida su versión híbrida e híbrida enchufable.
La decisión de Ford de presentar un ERE en la planta de Almussafes también afectará a sus proveedores, que en la actual situación ven profundizar su crisis económica, y el recorte de producción y de plantilla traerá como consecuencia un “efecto dominó” en las empresas de componentes e industria auxiliar. Y por si fuera poco, estas empresas sí se han acogido a ERTE para evitar despidos. Cabe recordar que en estas empresas trabajan 30.000 personas y para Ford trabajan de forma indirecta más de 6.600.