La historia también tiembla: el patrimonio arquitectónico de Granada afectado por los terremotos

Foto de la UGR (Universidad de Granada) Grieta del fresco de San jerónimo

Este lunes 15 de febrero  la mágica ciudad de Granada registró un nuevo terremoto de magnitud 3,5. Son ya tres semanas en los que se han sucedido más de 1.158 seísmos, casi treinta de intensidad superior a 3 en la escala de Richter, desde que el pasado día 23 de enero (2021), tras varios temblores menores, un intenso terremoto de magnitud 4,4 sacudió el subsuelo de la ciudad y aterrorizó a sus habitantes. Debido a este llamado “enjambre sísmico”, producido desde esos días de final de enero, no ha habido que lamentar víctimas humanas, sin embargo algunas joyas del patrimonio arquitectónico de la ciudad, de incalculable valor, sí que se ha resentido en sus viejos y valiosos muros.

La Alhambra y la catedral

En la Alhambra, aunque no se han detectado daños que comprometan la estabilidad estructural del conjunto monumental, según indican desde el patronato que gestiona el recinto, sus responsables técnicos están preocupados por uno de sus accesos y por el estado de una de sus torres, la de las Gallinas, con problemas de estabilidad y apuntalada en alguna de sus almenas de la zona norte. En la inspección visual realizada en la Cuesta de los Chinos han apreciado también un aumento de fisuras paralelas al suelo y oquedades, por lo que, para evitar riesgo de derrumbes, se ha cerrado al paso peatonal  hasta finalizar la evaluación completa.

Almena de la Torre de las Gallinas de la Alhambra
Almena de la Torre de las Gallinas de la Alhambra; foto de la página oficial del Patronato de La Alhambra-Generalice

En la Catedral granadina, del siglo XVI, el arquitecto conservador, Pedro Salmerón, ha constatado el desprendimiento en dos de sus pináculos. Según este responsable, será necesario desmontar al menos cinco o seis pináculos de la zona frontal del templo, aunque quedan por revisar los laterales y la cabecera del cimborrio, donde cabe esperar que se encuentren más pináculos inestables.

Igualmente se ha visto afectado el Monasterio de San Jerónimo, también del siglo XVI, que cuenta con una grieta en el suelo del coro superior, datada de siglos atrás, que se ha agrandado estos días, y han aparecido materiales caídos de las paredes y del techo, lo que pone en riesgo el fresco pintado que cubre toda una pared.  

Asimismo, los seísmos han provocado desperfectos en la Puerta de Sevilla, el Arco de la Loja, la Torre de la Romilla, de la época nazarí, en Chauchina y la Parroquia de la Encarnación en Santa Fe, localidad que se encuentra a once kilómetros de la capital granadina y epicentro de buena parte de los temblores. En esta iglesia, cerrada al culto, han aparecido grietas en las bóvedas de la cubierta  y se han retirado de la fachada una cruz y varios pináculos que podían haberse caído definitivamente al suelo.

Las autoridades locales se han mostrado preocupadas por el agravamiento de algunos desperfectos en el patrimonio cultural y en las viviendas, donde han aumentado las grietas. Por el momento las inspecciones realizadas indican que no hay ningún daño estructural. Tampoco saben valorar todavía en términos económicos los daños que se han observado tras los acontecimientos sísmicos en la zona.

Un peligro para el patrimonio

La Universidad de Granada ha vigilado los edificios históricos de la ciudad desde el primer temblor. El catedrático de Mecánica de Estructuras de la UGR, Enrique Hernández Montes,  uno de los mayores expertos en sismorresistencia de edificios en España, ha insistido en la vigilancia y análisis de la aceleración sísmica, que es el empuje horizontal que reciben los edificios en su base tras un terremoto. En la zona de Santa Fe, donde se ha producido el epicentro de los temblores, esa aceleración ha sido de 0.20 g (g es la aceleración de la gravedad), cuando el límite para que se produzcan daños estructurales (aunque no un colapso) está en 0.24 g.

El enjambre sísmico, o sucesión de terremotos y réplicas de similar magnitud en un corto perí58odo de tiempo, ocurrido en la Vega de Granada, ha afectado a la estructura de muchos edificios de la ciudad y de la provincia que deben ser revisados adecuadamente, especialmente aquellos antiguos o que no fueron construidos con sistemas antisísmicos. La razón es que hay que prestar atención a esa aceleración sísmica, ese empuje horizontal.

Hernandez Montes le da la importancia que tienen a estos temblores, “porque una cosa es la energía liberada por el terremoto, que se mide en la escala de Richter, y otra es el empuje horizontal que este temblor provoca en los edificios, y que en el caso de Granada ha sido muy considerable”.

Este experto señala que, aunque en la actualidad no exista riesgo de que los edificios colapsen y se derrumben, “este enjambre sísmico sí puede haber provocado daños en la estructura de muchos de ellos, que deberían ser revisados con urgencia para reparar estos daños en muros y columnas, por ejemplo”. También advierte de que hay que acometer los posibles arreglos “con sensibilidad y empleando la técnica adecuada, porque si realizamos reparaciones muy agresivas, que incluyan en el edificio elementos con mucha masa o excesivamente rígidos, puede ser peor el remedio que la enfermedad”.

El Real Monasterio de San Jerónimo

El profesor Hernández pone como ejemplo esa grieta que existe en el Real Monasterio de San Jerónimo de Granada desde hace siglos, un monumento que su equipo de investigación ha analizado en profundidad y que ha ido creciendo con el paso del tiempo debido a la falta de sensibilidad sísmica, tanto en su diseño como en la reconstrucción de su torre.

grieta de la iglesia San Jerónimo
Grieta de la iglesia San Jerónimo

“En este monumento se juntan dos aspectos: el edificio fue construido de manera muy irregular, lo que empeora su resistencia sísmica, y la restauración que se hizo del mismo no fue la adecuada”. Esto ha provocado que en una inspección ocular realizada en los primeros días de febrero por los investigadores de la UGR, se hayan constatado importantes daños en la estructura del edificio debido a los terremotos.

El grupo de investigación de la UGR ha desarrollado un modelo de cálculo recogido en la normativa americana FEMA 440 (Federal Emergency Management Agency), que se emplea en la actualidad para analizar el daño previsible en estructuras bajo acciones sísmicas. La zona de Granada ha sufrido terremotos de importancia en anteriores ocasiones. En 1983 se produjo una serie de temblores que duró dos o tres meses en la zona de Loja y en 1979 otra serie muy extensa que se prolongó de marzo a octubre en la zona de Granada.

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