Se trata de un reptil prehistórico de 205 millones de años, cuya mandíbula ha ido analizada y según los paleontólogos, pertenece a uno de los más grandes que han existido en la Tierra
El hueso del animal más grande de la historia pertenece a un ictiosaurio gigante, un tipo de reptil acuático prehistórico y su longitud estimada estaría en unos 26 metros, más o menos el tamaño de una ballena azul. La pieza en cuestión fue encontrada por el coleccionista de huesos y coautor del estudio Paul la Salle, en mayo de 2016.
Según él, inicialmente parecía una roca pero finalmente se pudo ver una estructura ósea que parecía ya la mandíbula. Los expertos Dean Lomax y Judy Massare, estudiaron el espécimen después de que La Salle se pusiera en contacto con ellos.
Después de varios análisis se determinó que se trataba de un hueso incompleto del cráneo de dicha especie. Usando el factor de escalamiento simple se determinó que sería un 25% más grande del que ya existía, el Shonisaurus sikanniensis, aunque sólo se trata de estimaciones, ya que hay algunas diferencias entre las especies.
El estudio, que se publicó en Plos One, refuta teorías anteriores y la afirmación de que los huesos de Aust representan un experimento de gigantismo como los dinosaurios en reptiles terrestres. Es por ello por lo que uno de los huesos de Aust podría ser de ictiosaurio, cambiando lo que se pensaba hasta este momento.
Un descubrimiento relevante para determinar no sólo el animal más grande de la historia, sino también para conocer un poco más acerca del pasado del planeta y los habitantes que lo poblaban en ese momento.