La crisis de la pandemia del COVID 19 ha hecho estragos en la cotidianeidad y ha obligado a todos los países a tomar medidas para contener, aplacar y reducir a los infectados por Coronavirus, la duda persiste en si esas restricciones funcionan realmente.
En España, todas las medidas han sido cuestionadas de una manera u otra, ya que en cada comunidad autónoma se han implementado tarde o temprano, restricciones que han afectado a todos, comerciantes, amas de casas, jubilados, autónomos, niños, jóvenes, etcétera.
Desde el uso obligatorio de la mascarilla hasta el distanciamiento social, desde el cierre de la hostelería hasta la limitación horaria, la prohibición del desplazamiento entre provincias incluso entre barrios, el uso constante de gel hidroalcohólico antes de entrar en un establecimiento.
Muchas son las medidas implementadas, pero la población no llega a observar el resultado de éstas en un panorama claro. Hay muchas interrogantes abiertas sobre estas medidas.
Entonces todos nos preguntamos: ¿funcionan estas medidas o no?
Cada comunidad y cada provincia tienen sus propios límites y restricciones. Cada una de ellas ha sufrido los estragos de la pandemia de manera diferente, y sus cifras varían unas de otras.
Según las cifras recogidas, las restricciones han provocado un descenso en los contagios.
En Asturias por ejemplo, se aplicaron una serie de medidas para frenar el virus en las zonas más afectadas, y aunque estas restricciones no han sido bien aceptadas, aseguran que han funcionado.
El presidente del principado, Adrián Barbón, destacó este 14 de febrero que las acciones que se han tomado han arrojado buenos resultados.
«Podrán gustar o no, pero claramente las medidas funcionan (…) 16 días después de que se aplicaran los primeros cierres por concejos, la incidencia acumulada a 14 días comenzó a descender en Asturias», dijo el dirigente remitiéndose a los resultados del Observatorio de la Salud en esta región.
Cabe acotar que en Asturias se han recrudecido las medidas en las zonas de riesgo, sobre todo por la reciente aparición de la sepa británica en la región por lo que la autoridad asturiana hizo un llamamiento a estar alerta y a acatar las restricciones.
Barbón además aprovechó la oportunidad para recordar que este año la región » sacrificará la Semana Santa. No cometeremos los errores de la Navidad», dijo según una publicación del www.elcomercio.es.
Asimismo, se destaca que la situación es diferente, ya que cada comunidad ejerce su autonomía. Por ejemplo, recientemente en el País Vasco, el Tribunal Supremo de Justicia de esta región ( TSJPV) ha solicitado reabrir la hostelería que permanecía cerrada en las localidades con alerta roja, de la mano con nuevas medidas. Esto como todo, ha sido aplaudido por muchos, y rechazada por otros. El sector hostelero, es principalmente quien ha celebrado esta acción ya que por los cierres ha sufrido agravios importantes en su estabilidad económica.
Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, destaca principalmente que con este recurso del TSJPV «se reconoce el daño y el perjuicio económico que puede causar el decreto de cierre en el sector, que podría llegar a ser irreparable porque pone en grave situación de supervivencia a las empresas», dijo según una entrevista en Europa Press.
En la otra cara de la moneda de esta situación, está el Gobierno del País Vasco, quienes manifestaron su descontento con esta medida. Así lo hizo saber el «lehendakari» de esta región, Íñigo Urkullu, en una rueda de prensa el pasado 12 de febrero, donde realzó los buenos resultados que estaban teniendo las medidas tomadas en la región.
Urkullu, aunque no está de acuerdo con el fallo del TSJPV, anunció cierta flexibilización en las medidas que representan un alivio para el sector comercial. Asimismo, se espera que no ocurra un repunte.
Destacando lo bueno
Y aunque el panorama es distinto en todas las regiones, es bueno destacar los resultados positivos:
En Andalucía se registró este lunes 15 de febrero la cifra más baja desde enero del presente año con 1.187 casos de coronavirus, la menor cifra diaria desde el 4 de enero (1.074), según datos publicados en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).
En Baleares, ha disminuido el contagio en residencias de mayores en un 52%. «Las hospitalizaciones disminuyen un 49%, los profesionales sociosanitarios contagiados un 44% (…) La tasa de positividad del total de pruebas realizadas baja hasta el 3,01%. La caída de la incidencia del virus en Mallorca frena su ritmo», según el datos del Diario de Mallorca.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, ampliarán el toque de queda a las 23:00 horas; en Cataluña también se visto una mejoría en las cifras, por lo que se prevé «suavizar» las restricciones actuales; en la Comunidad Valenciana se ha registrado la cifra más baja de contagios desde diciembre; en Murcia también ha habido un descenso, lo mismo en cierto grado en Castilla y León, Castilla La Mancha, Canarias, Galicia, Navarra, Extremadura y la Rioja.
Aunque en estos tiempos la situación hace sucumbir a muchos ante la incertidumbre y la angustia, lo mejor es de manera individual hacer lo que esté al alcance para evitar la propagación.
Las medidas aunque representan limitantes para nuestro día a día, han ayudado exponencialmente en la batalla contra el COVID.
Nos enfrentamos a una nueva realidad y seguimos tratando de adaptarnos a una nueva normalidad. Es tiempo para ser comprensivo, cauteloso, firme y consciente de nuestro trabajo como sociedad.