El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, que ha entrado en vigor este viernes, 22 de enero, supone que por primera vez en la Historia queda prohibida la fabricación de armamento nuclear en el mundo. Pero este hito sin precedentes se ha convertido en una nueva fisura en el seno del Gobierno español de coalición. El socialista Pedro Sánchez no sólo no quiere firmar el Tratado, sino que se opone –al igual que los demás miembros de la OTAN– a la existencia misma del Tratado. Sin embargo, el socio del PSOE en el Ejecutivo, Podemos, ha presentado una iniciativa parlamentaria para pedir al Gobierno que firme el Tratado. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, es el vicepresidente 2º de este Gobierno de Sánchez.
Por Carlos Matías
Es una situación esquizofrénica, pero ni la única ni, probablemente, la última. No es la primera vez que Podemos exige al Gobierno, en el que participa Podemos con el PSOE a nivel de vicepresidencia y varios ministerios, justamente lo contrario de lo que el propio Podemos decide colegiadamente con el PSOE, en Consejo de Ministros. Es la escenificación del “poli bueno – poli malo”, pero en política.
El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, que apoya la ONU, ha sido firmado por 51 países, gracias a un arduo trabajo y la perseverancia de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés), que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 2017.
Los países no firmantes son todos los que tienen armamento nuclear (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, etc…) y todos los de la OTAN, incluyendo a España. Objetan que este Tratado entra en contradicción con el Tratado de No Proliferación Nuclear, ratificado por 191 países y que España firmó el 5 de noviembre de 1987. Pero es justo al revés. No sólo está en consonancia con este último Tratado, sino que es consecuencia de él y viene a reforzarlo de manera definitiva.
Contra la opinión de los ciudadanos
El empecinamiento en oponerse al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, auspiciado desde hoy por la ONU a instancias del ICAN, choca frontalmente con la posición mayoritaria de los europeos, especialmente la de los españoles.
El 89% de la ciudadanía de nuestro país está a favor de que España se sume al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, en contra de la postura del Gobierno de Sánchez e Iglesias. Sólo un 4% apoya la posición del Ejecutivo español, contraria al Tratado. La postura de los españoles es la más clara a este respecto, pues la encuesta de la que salen estos datos y que ha sido realizada también en Alemania, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Italia y Países Bajos, no muestra estas diferencias tan acusadas, si bien en todos estos países se evidencia un apoyo abrumador a la prohibición del armamento nuclear.
El informe ha sido elaborado conjuntamente por la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares y la organización catalana FundiPau. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, aliada de Podemos en Cataluña, ha enviado un vídeo de apoyo a la campaña.