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La importancia de la inteligencia emocional

Última actualización el octubre 6, 2024

Desde que en los años noventa aparece en las librerías de todo el mundo el término Inteligencia Emocional (EI), cada vez es más gente que se pregunta por su significado y su utilidad. Entonces se publica el bestseller “Inteligencia Emocional” (Goleman, 1995), después de que Salovey y Mayer empezaran a emplear este término. Antes de esto, Howard Gardner, al que muchos conocen por su teoría de las inteligencias Múltiples, ya hablaba de las inteligencias inter e intrapersonal, muy relacionadas con ello.

El concepto de inteligencia ha ido cambiando considerablemente a lo largo de los años. Inicialmente, se consideró que se refería a los aspectos académicos, lo que se ha dado a conocer como Cociente Intelectual, que es como se expresa este tipo de inteligencia. Pero esto se ha visto que no es suficiente, ya que sólo representa un pequeño porcentaje de lo que nos puede llevar al éxito en la vida. 

¿Y por qué resulta tan importante todo esto? El papel que juegan las emociones en nuestra vida resulta muy evidente, ha sido estudiado desde la Antigüedad. El poder de las emociones positivas en nuestro día a día es lo que nos moviliza, cuando se detectan eventos o circunstancias que pueden resultar importantes para nosotros. Supone el que podamos adaptarnos o no a esas situaciones y ese entorno en el que nos movemos, favorece y nos acerca a la consecución de nuestros objetivos y al abordaje y resolución de los conflictos que surgen en nuestra vida cotidiana de manera más adecuada, para acercarnos al éxito de la tarea. 

A cualquiera se nos pueden ocurrir muchos ejemplos de situaciones en las que no hemos llegado a controlar nuestras emociones y el manejo que hemos tenido en ese momento de la situación se ha visto reducido considerablemente. Al final consiste en que la persona sea la que controle sus emociones y no que las emociones acaben controlando a la persona, como se puede ver en muchos casos.

“Al final lo que se busca es que la persona controle sus #emociones, no que las emociones acaben controlándole a uno”.

Como capacidad que es, se puede aprender y desarrollar a lo largo de nuestra vida, existen programas que se centran en este aspecto concreto para conseguir que las personas sean más eficaces y eficientes en ello, aprendiendo a mantener una actitud positiva en la que se da opción al cambio, porque no es cierto que las personas no podamos mejorar nuestra calidad de vida, desarrollar habilidades y conseguir objetivos que en principio nos resultan inalcanzables. Está claro que  el que no quiere verlo y considera que no puede, no llegará a ello; pero el que es capaz de decirse todos los días “Yo puedo”, es el que marca la diferencia. 

“La opción está en uno mismo. La #actitudpositiva es lo que va a permitir al individuo avanzar y salir adelante, es lo que marca la diferencia”

Es lo que nos aporta estas habilidades que favorecen nuestro manejo en las esferas social y emocional, en un entorno muy cambiante, en el que la información fluye constantemente, pero aun así, esta información no llega a utilizarse por muchísimas personas de una manera adecuada, por muy inteligente que sea uno intelectualmente, esto por sí sólo no garantiza nada. 

Para ello es importante salir y empezar a intentarlo, a esforzarse. Aprender a escucharse y a escuchar al otro, a luchar por lo que uno quiere, centrarse en el aquí y ahora, y aprender de cada día, de cada experiencia, sabiendo detectar las pequeñas cosas que nos suceden a lo largo del día y que despiertan en nosotros una sonrisa. Porque esto es uno de los aspectos que hace que nos acerquemos a nosotros, al otro y a nuestros objetivos.

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